Las Leyes de la Transformación y el Yoga

La vida está sujeta a determinadas leyes de transformación y el Yoga nos acompaña a comprenderlos ya que el cambio es evolución y adaptación constante. La práctica, por lo tanto, debe acompañar estos procesos y, también, conducir a un estado de Prasadanam: una mente amigable y gozosa. Si llevas tiempo observando que tu mente no está en este estado, pregúntate (según T.K.S. Desikachar): ¿En qué punto o momento nuestras experiencias del pasado se convierten en la norma de hoy?

La filosofía del yoga insiste mucho en el hecho de que la base de nuestro sufrimiento está causado por vivir en un estado de comprensión incorrecta de la experiencia (o avidya) ya que nuestra percepción está impregnada de nuestros samskaras o impresiones pasadas que se alojan en nuestro inconsciente. Los samskaras y los vasanas son aspectos difíciles de rastrear y,  sobretodo, cambiar en poco tiempo. Requieren de dedicación y determinación. Pero hay aspectos más «accesibles» que todo el mundo tiene acceso en cualquier momento, y que son más fáciles de observar sólo teniendo voluntad y fortaleza de hacerlo:

1. Asmita (ego) ¿ Se distinguir mi Ser de mi Ego, mi Ser del aspecto proteccionista de mi personalidad o mi carácter?
2. Raga (apego) ¿ Se identificar mis apegos?
3. Dvesa (las aversiones) ¿Se identificar aquellos aspectos que continuamente rechazo?
4. Abinevesa (miedo) ¿ Se identificar mis miedos superficiales y profundos?

Algo que nos muestran también los textos y las escrituras es que no debemos abrumados por observar nuestros samskaras y nuestras tendencias, o nuestra ignorancia (avidya) ya que todo está en constante cambio y transformación (creación, sostenimiento y disolución). Esta cualidad, que se llama parinamavada representa la gran posibilidad de transformación que tiene el ser humano: si las cosas van mal, siempre las podemos cambiar para mejorar. La forma en la que vemos las cosas hoy no tiene que ser la misma en la que la vimos ayer.

Y en este sentido son esenciales las herramientas de yoga que te permitan entrenar un estado de presencia (por ejemplo, la práctica de ásanas (posturas) o la práctica de meditación, se convierte en un entrenamiento ideal para comenzar a vivir en el momento presente. Cuando estás en un equilibrio como vrksasana o en sirsasana tu mente no puede estar en otra vosa que estar aqui y ahora, ¡sino te caerías!. Por esta razón, a través de la práctica podemos aprender a estar presentes en todo momento y de esta forma, lograr mucho de lo que antes éramos incapaces de hacer. Este es el principio del yoga de la impermanencia.

Cuando has explorado la sensación de Presencia tienes ya una clave y soporte esencial para seguir dando pasos hacia una mente estable y en calma, puedes acceder a citta prasadanam, el cultivo de una mente amigable y alegre.

Empieza practicando estos conceptos:

1. MAITRI
2. KARUNA
3. UPEKSA
4. MUDITA

Cultiva Maitri, una profunda amabilidad y cercanía hacia los demás, de tal manera que tu seas un entorno favorable para ellos y su situación.
Desarrolla y practica Karuna, la compasión amorosa. Mantener, sin valorar o evaluar «al otro» una actitud de máximo apoyo y amor hacia su experiencia sin juzgar ni tratar de evitar o solventar su dolor.
Practica también la estabilidad y salud de tu mente desde Upeksa: mantenerse ecuánime, imperturbable y en calma especialmente en los momentos más difíciles. Y finalmente recuerda la práctica de Mudita, el Gozo profundo que surge de ver la felicidad, abundancia y gozo en otras personas.

Estas prácticas son importantes. Pensar que cuanto más desequilibrio, violencia, estrés y tensión aumenta en el mundo (o en tu entorno) más necesario es recordar estos principios. Valores que nos sacan de la visión egocéntrica -dependiente y a veces neurótica- del ser humano en su contexto específico.

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Hari om

Un mapa para el Deseo

Utilizando el deseo como guia y orientación, no como ancla o apego

¿Te has parado a pensar cuáles son tus deseos? La meditación nos enseña que tanto el deseo como el sufrimiento son experiencias humanas inherentes a la vida. Aprender a gestionar estas sensaciones es fundamental para que esta experiencia de existir- y compartir la existencia con los demás-,  sea lo más feliz, consciente y equilibrada posible.

«Boddhicitta», la mente del principiante (la mente de la iluminación), inspirada en el deseo de mantener la práctica para trascender el sufrimiento, es la intención principal que es necesario mantener en todo el proceso. Es la mente del Amor.

“Si usas tu mente para estudiar la realidad, no entenderás ni tu mente ni la realidad. Si estudias la realidad sin la necesidad de utilizar tu mente, comprenderás ambos.”

-Bodhidharma

 

Hay que usar toda nuestra inteligencia energética y corporal (no sólo el intelécto), observando el «reflejo interior» para transformar el sufrimiento . Existe el mundo del deseo, el mundo del razonamiento y el mundo de la forma. Y todo ello forma parte de nuestra interpretación racional del mundo.

Todo está en nuestro mapa mental consciente, y también en nuestro mapa mental y corporal inconsciente.

En el budismo se practica la calma, construida por dos elementos: vitarka vijara, la observación atenta y la observación refleja de ese pensamiento/lo que ocurre dentro. En este entreno de aprender a preservar la felicidad gestionamos el dolor, la ansiedad y el sufrimiento profundo, que existe en el fondo de la consciencia. Es como si la felicidad y el sufrimiento estuvieran siempre de la mano y dependiera de ti apretar o notar una más que otra.

Los caminos del Deseo

Hay mucho descrito sobre el deseo. Y hay diferentes enfoques desde diferentes tradiciones de yoga, meditación y fílosofía. Desde un aspecto más tántrico a otro post-tántrico… Dicho esto, es importante el poder adaptar nuestra práctica de meditación y yoga al contexto en el que vives, teniendo en cuenta las circunstancias que te rodean.

Las enseñanzas nos dicen que el deseo está siempre unido a un cierto grado sufrimiento. Esta idea viene a través del hecho de que el deseo lleva contenido una cualidad de «apego». Si no conseguirmos aquello que deseamos sufrimos o si perdemos aquello que deseamos, sufrimos. Y es ahi donde algunas enseñanzas, como el budismo, abogan por evitar el deseo o tratar de minimizarlo (de ahi las prácticas de austeridad)…

Hoy te propongo una práctica diferente: Te propongo que lo veas ahora a través de otro enfoque: el deseo no como la aspiración de conseguir «cierta cosa» sino como un CAMINO O IMPULSO DE LIBERACIÓN. El deseo como un guia hacia lo que te hace bien, como un camino, no como un fin en si mismo (Ya que los seres humanos siempre tendemos a desear algo nuevo). Utilizalo como «propósito» o intención que evita que estés abandonada/o en inercias o confusión. La falta de deseo también genera depresión y desesperanza.

Te propongo que realices las siguientes preguntas:

  • ¿Sé cómo me quiero sentir?

Cada mañana, o antes de acostarte. Cierra los ojos y repite en tu cabeza esta frase ¿Como me quiero sentir hoy? o ¿Como me quiero sentir mañana?

  • ¿Tengo un propósito hacia el cual camino?
  • ¿Sé lo que no me gusta y lo que no soy? ¿ soy capaz de rechazar lo negativo y la inercia y salir del lugar que no me conviene para desarrollar mi persona en su mayor plenitud?

Visualiza hacia ti una determinada emoción o imagen, aquí ya empiezas a trazar un pequeño mapa de tu subconsciente, que te puede dar las pistas más fundamentales para tu auto-realización. Quita de la ecuación aquellas cosas que están dificultando esa experiencia y llénate de impulso para ir hacia aquellas experiencias que te ofrecen las sensaciones que esperas. Quizás nunca has realizado esta práctica. Quizás ni siquiera sabes cómo hacerlo. Tranquila/o, no hay prisa; siéntate y tómate el tiempo necesario para comprender y experimentar.

TEORIA Y PROCESO. IDENTIFICA TUS EMOCIONES.

Haz una lista de como son tus emociones ahora. En una hoja de papel escribe las emociones que estás viviendo en este momento. Identifica su cualidad general, ¿son en general emociones positivas o sensaciones negativas? ¿Están equilibradas? ¿Qué te están diciendo estas emociones?

Por otro lado, escribe, sin pensarlo racionalmente, los deseos que te vengan como una emoción.

En este proceso, estás ponéndole VOZ Y PALABRA a unas emociones y deseos inconscientes. Necesitan expresarse, liberarse.

Si lo ves desde un punto de vista energético y lo practicas como tal, sólo por visualizar esto – y ofrecerle ese espacio, en vez de reprimirlo- , te sentirás mucho más tranquila/o. Desde ahi puedes comenzar a establecer un propósito realista y sobretodo establecer una actitud.

PON EN PRÁCTICA ESTOS ASPECTOS:

  1. ¿SIENTO GRATITUD POR LO QUE SOY, LO QUE LOGRO Y LO QUE HE LOGRADO? TODOS LOS DÍAS AGRADECE, POR POCO QUE SEA.
  2. ¿HAY ALGO QUE SIENTO QUE NO FUNCIONA EN MI O EN MI ENTORNO? LO ENCUENTRO Y LO INTENTO MODIFICAR.
  3. ¿HE IDENTIFICADO MIS DESEOS MÁS FUNDAMENTALES? ME OFREZCO MI ESPACIO PERSONAL PARA AVERIGUARLO.
  4. TRAS IDENTIFICAR MIS DESEOS, ¿CONSIGO RESPIRAR DESDE EL PRESENTE RELAJANDO MI SISTEMA NERVIOSO? ESTOY EN EL CAMINO, NO EN EL FIN. TEN PACIENCIA Y RESPIRA DESDE LA PRESENCIA
  5. TE HAS REALIZADO LA PREGUNTA MÁGICA: ¿COMO ME QUIERO SENTIR?
  6. TE HAS PREGUNTADO LA SEGUNDA PREGUNTA MÁGICA : ¿QUÉ QUIERO EXPERIMENTAR?
  7. ESTABLECE TUS OBJETIVOS, A TRAVÉS DE LA ESCUCHA DE TU ALMA-ESPÍRITU. EMPIEZA CON PEQUEÑOS PASOS, EL VER QUE SE VAN REALIZANDO POCO A POCO REAFIRMA TU AUTOESTIMA Y CONFIANZA.
  8. MIEDO Y POSITIVIDAD. REAFÍRMATE CONTINUAMENTE, EL MUNDO ESTÁ HECHO DE MIEDO Y ALGUNAS RELACIONES (POR EXCESO DE LA REACTIVIDAD DE CIERTAS PERSONAS O POR FALTA DE PERSONAS) NO AYUDAN. RODÉATE DE PERSONAS QUE IMPULSEN TUS NECESIDADES Y ALÉJATE DE AQUELLAS PERSONAS QUE TE EMPEQUEÑECEN O QUE TE QUITAN DEMASIADA ENERGÍA.
  9. PON EN PRÁCTICA CADA DÍA TU PROPÓSITO. LEVÁNTATE CADA MAÑANA Y PREGÚNTATE ¿CÓMO ME QUIERO SENTIR HOY? ACUÉSTATE POR LA NOCHE Y EN LA CAMA ESTABLECE TU SANKALPA/TU PROPÓSITO…»ME QUIERO SENTIR….»

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La Sabiduría de las Emociones

Las emociones permiten que haya sincronicidad entre el cuerpo y la mente. Todas las emociones tienen su utilidad, si sabemos como escucharlas. En este articulo exploraremos la sabiduría de las emociones y los pasos que dar para sanar y autoregularse.

El miedo o la ira forman parte de la condición humana. También lo son la confusión o la duda asi como la alegria y el gozo. Cada una de las emociones tienen su utilidad si sabemos como escucharlas.  

En nuestro mundo existe un cierto tipo de intolerancia afectiva, es lo que se llama “fobia a las emociones”: un miedo generalizado y una evitación reflexiva de las emociones difíciles en uno mismo y / o en los demás. Esto va acompañado de un conjunto de creencias normativas incuestionables sobre la “negatividad” de los sentimientos dolorosos.

La fobia a las emociones es endémica de nuestra cultura y quizás de la cultura patriarcal en general. Lo encontrará en subculturas tan diferentes como retiros espirituales, libros populares de autoayuda y manuales psiquiátricos.

El dolor, quizás la más inevitable de todas las emociones humanas, dado el hecho inalterable de la mortalidad, se considera una enfermedad si se prolonga demasiado. Se dabe que supervivientes del Holocausto, pueden llorar activamente durante más de 10 años. ¿Es esto un dolor demasiado largo para el genocidio?

Emociones como el dolor, el miedo y la desesperación forman parte de la condición humana tanto como el amor, el asombro y la alegría. Son nuestras respuestas naturales e inevitables a la existencia, siempre que la pérdida, la vulnerabilidad y la violencia vengan con el territorio del ser humano. Estas son las emociones oscuras, pero con oscuridad no quiero decir que sean malas, malsanas o patológicas. Como cultura, hemos mantenido estas emociones en la oscuridad, las mantenemos vergonzosas, secretas e invisibles.

La fobia a la emoción nos disocia de las energías de estas emociones y nos dice que no son dignas de confianza, que son peligrosas. Al igual que otros rasgos que nuestra cultura la cual desconfía y devalúa la vulnerabilidad, por ejemplo o la dependencia, la emocionalidad se asocia con la debilidad, especialmente en las mujeres y los niños. Tendemos a considerar estas emociones dolorosas como signos de fragilidad psicológica, trastorno mental o defecto espiritual. Los reprimimos, intelectualizamos, juzgamos o negamos. Podemos usar nuestras creencias o prácticas espirituales para eludir su realidad.

Pocos/as personas aprendemos a experimentar plenamente las emociones oscuras, en el cuerpo, con conciencia. Es por ello que algunas personas experimentan sus energías en formas neuróticas o peligrosas. Es cuando actuamos impulsivamente. Nos volvemos adictos a una variedad de sustancias y / o actividades. Nos deprimimos, nos sentimos ansiosos o entumecidos emocionalmente, y las emociones oscuras abortadas están en la raíz de estos trastornos psicológicos característicos de nuestro tiempo. Pero no son las emociones en sí mismas las que son el problema; es nuestra incapacidad para soportarlos con atención.

Cada emoción oscura tiene un valor y un propósito. No hay emociones negativas; solo hay actitudes negativas hacia las emociones que no nos gustan y que no podemos tolerar, y las consecuencias negativas de negarlas.

Las emociones que llamamos “negativas” son energías que captan nuestra atención, piden expresión, nos ofrecen información y nos impulsan a tomar acción. El dolor nos dice que todos estamos interconectados en la red de la vida y que lo que nos conecta también nos rompe el corazón. El miedo nos alerta para proteger y mantener la vida. La desesperación nos pide que lamentemos por nuestras pérdidas, que examinemos y transformemos el significado de nuestras vidas, que reparemos los espacios rotos de nuestro interior.

Pero si el dolor es apenas tolerado en nuestra cultura, menos lo son el miedo y la desesperación.

Cuando el miedo se adormece, aprendemos poco sobre para qué sirve: su utilidad inherente como sistema de alarma que ignoramos bajo nuestro propio riesgo. El miedo entumecido es especialmente peligroso cuando se convierte en una fuente inconsciente de venganza, violencia y otros actos destructivos. Vemos esto actuado en el escenario mundial tanto como en la psique individual e interpersonal.

Si estás sufriendo, hazlo con atención. Presta atención a tu dolor. Detente y escúchalo. Hazte amigo de él y déjalo ser. Las emociones oscuras son maestros espirituales profundos pero desafiantes.

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T. K. V. Desikachar

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